Nada es para siempre, demostrado y además demasiadas veces. Parece que sea ley: todo lo que quieres o necesitas acabará yéndose, esfumándose sin que tu te des cuenta, sin que tu sepas el por qué. Hay tantos caminos que poder elegir, pero al fin y al cabo, sé que acabaré cayéndome, tropezando siempre con la misma piedra. Y es que parece mentira, no aprendo, pierdo lo que quiero pero ni aun así.
Toca joderse, por lo que se ve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario